A simple vista, y a juzgar por las imágenes, puede parecer un juego muy simple a nivel gráfico, pero nada más lejos. Desde el Virtua Racing que no había flipado tanto con esa técnica gráfica… He, he… Obviamente, en la actualidad, tenemos juegos basados en polígonos y cubiertos de texturas que quitan el hipo, sin embargo, los polígonos en estado puro jamás tuvieron tanto glamour.
Formas geométricas perfectas mezcladas con el arte y la sutileza de la danza. No, no os penséis que este juego es una especie de vídeo musical jugable o algo tipo Vib-Ribbon, pues su enfoque es totalmente de ARCADE de plataformas en el que su protagonista se baza en movimientos de danza para recorrer y superar las adversidades del escenario.
Unas animaciones y movimientos sublimes que ponen de manifiesto el gusto y el nivel de diseño alcanzado por los desarrolladores.
Su argumento es un tanto paranoico, aunque mágico a la vez. No obstante, tampoco es que el hilo argumental importe mucho, ya que lo que más sorprende de este título son sus gráficos y el desarrollo.
El juego se puede jugar en 2D y en Realidad Virtual y es en este segundo campo como mejor reluce. Una resolución y texturas alucinantes que te dejarán sin aliento desde el primer momento.
Un juego recomendable a todos los que busquéis algo original y nuevo. No se excede en el precio (está muy baratito) y su durada es aceptable, sobretodo en VR que, lógicamente, el tiempo adquiere otra dimensión a merced de admirar la belleza de los escenarios una y otra vez.
No juzguéis por sus imágenes, pues su fondo es plataformero al 100%. Además, si sois de los que usáis VR, éste título se convierte en INDISPENSABLE y no podéis dejarlo escapar bajo ningún pretexto. ¿Su único fallo? Que no esté en formato físico.