¡El shooter más real de cuantos he jugado!
Parece mentira lo que evolucionan las cosas… hace más o menos un año soñaba con poder jugar a un juego en primera persona que me permitiera mira a ambos lados. Un juego que representase la inmersión total con el medio y que, casualmente, ya no es un sueño.
Farpoint es un shooter espacial, en primera persona, que, gracias a su “mando pistola”, nos mete de lleno en un planeta inhóspito en el que han pasado más cosas de las que en un principio creemos…
El argumento es muy bueno y, mediante la historia de dos científicos a la deriva, iremos descubriendo toda una trama alucinante.
Sin embargo, aún con contar con todos los ingredientes para ser un buen juego de por sí, lo más abrumador es la calidad gráfica conseguida por este juego así como la inmersión y la calidad de interactuación. No es que podamos tocar todo del escenario, más bien en este aspecto es bastante reducido, pero sí que hay detalles preciosos y únicos que, junto a una adaptación perfecta con el arma, harán que podamos apuntar y disparar entre los escombros, a mucha distancia, desde distintos ángulos, en la dirección contraria a donde miramos….
El tema gráfico destaca por encima la media de juegos VR. No es que haya un salto brutal con Resident Evil o Robinson (dos de los pata negra del catálogo), pero sí que todo luce mucho más fluido y nítido (realmente se nota una evolución real (NOTA: jugado con la PS4 PRO)). Además de unas texturas más depuradas y nítidas, los detalles están súper conseguidos, ya sea formando parte del escenario, como en los destellos de los disparos, marcas de los mismos y más.
La otra gran virtud del juego, sin lugar a dudas, es el mando pistola. Este accesorio, entre otras maravillas, nos permite agarrar un arma y darle el movimiento que queremos (traducido, visualmente, de forma fidedigna en el juego). Además su precisión es abrumadora, permitiéndonos, mediante las distintas mirillas, disparar a gran distancia y entre los escombros o paredes de los escenarios.
Todo muy bonito, sí, pero ¿Se juega bien?
¡Afirmativo! Farpoint cuenta con un control muy simple e intuitivo. Al principio del juego te pide la altura, cosa que da a pensar que los desarrolladores pensaron que jugaríamos de pie. Es cierto que jugando de pie se juega muy bien, pero surge un efecto raro al andar con el analógico y estar realmente quieto… No sé, es de mal explicar y seguro que uno se adapta con facilidad, pero yo lo encontré un pelín incómodo. Pensad que podemos disparar en un ángulo de 250º a nuestro alrededor (no podemos disparar a la espalda porqué la cámara no ve el sensor luminoso de la pistola), sin embargo, sí podemos mirar a 360º. Esto no supone un problema cuando te acostumbra, ya que la mayoría de enemigos te viene del frente.
Yo lo juego en una silla giratoria y, aunque no puedo dirigir al personaje con las luces del casco (como en Resident o Robinson), sí puedo mirar a mi alrededor con más facilidad.
En conclusión: la adaptación al juego es muy rápida y la precisión del arma, valga la redundancia, es sublime.
Para terminar os contaré que este juego, en determinados momentos, te pone a mil por hora y eso se traduce en calor y sudor. Para solucionar el tema, tan solo deberemos colocar un ventilador delante nuestro. Además, al tratarse de un planeta inhóspito con ventiscas continuadas, ese efecto es la mar de agradable…
Un Diez absoluto y el obvio camino que debe seguir VR.