A estas alturas, muchos conoceréis mejor que yo qué es SKYRIM. Para los que no sepáis de qué juego estamos hablando, os remito al estupendo review de METALMAN.
Por mi parte, debo reconoceros que fui uno de esos usuarios que hizo tarde al fenómeno SKYRIM. Lo adquirí a finales de la era PS3 y la verdad es que no me impresionó demasiado, al contrario, lo veía desfasado y feote (gráficamente hablando), motivo por el cual apenas llamó mi atención. Sí, sabía que había roto moldes en su momento y que era un juego de ROL completísimo (motivo por el cual lo conservo en mi colección), pero me dio pereza meterme de lleno…
Los atributos que pueden resumir SKYRIM, a día de hoy, siguen siendo muy buenos (y muchos), tales como: un mapeado enorme, totalmente abierto y bien detallado, un montón de personajes con los que interactuar con un sinfín de posibilidades, multitud de misiones y alicientes jugables, cientos de armas y magias a adquirir y mejorar… Un juego de ROL, con toques de acción, que bien podría presumir de ser el más completo jamás creado para videoconsola. No obstante, al contar ya con bastantes años a su espalda (recordemos que el original data del 2011), la parte que menos impresiona es su apartado gráfico. No está mal realizado, ni mucho menos, pero sí que se ve algo viejete…
Regresando a la versión que nos ocupa, la de VR, comentar que en un principio se le criticó precisamente por esto: brusquedad gráfica, borrosidad y un aspecto demasiado envejecido. Por esta razón y por la mala experiencia (seguramente equivocada) que tuve con el original, no me decidí a comprarlo.
Sin embargo, hace un par de semanas, aprovechando una rebaja significativa de precio en su versión para descarga, me hice con él y descubrí un juegazo en toda regla.
Desconozco si ha mejorado gracias a los DLC, pero lo que si es verdad es que el juego en VR no luce nada mal. Los gráficos son muy correctos y de borrosidad poca o NADA. Además, su manera de jugar (con el Dualshock) es muy correcta e intuitiva. Es de recibo admitir que los MOVE, como pasa en la mayoría de juegos que gozan de compatibilidad, se muestran algo inestables, perdiéndose con demasiada facilidad. Se puede jugar sí, pero no cómodamente. No obstante, con el Dualshock y una silla giratoria, ese juego mejora al 200%.
Podemos mandar el movimiento lateral con el casco (bendita opción) y eso nos permite girar hacia la dirección que queramos avanzar, incluso de espaldas a la cámara. Con este ángulo de juego, que con los MOVE se vuelve imposible, con el Dualshock se comanda perfecto, haciendo de éste uno de los mejores juegos VR que he jugado. Mapeado enorme (sin nada de carriles) en el que podemos ir en cualquier dirección en cualquier momento. Una verdadera gozada que, junto a unos gráficos muy correctos (como ya he comentado) hacen que la experiencia sea casi perfecta.
Obviamente, al igual que pasa con el original, un juego tan completo no puede prescindir de fallos gráficos (totalmente comprensible). Patrones que aparecen y desaparecen, sombras bailarinas, movimientos robóticos, algún que otro diseño extramadamente simple o tosco… Sin embargo, en conjunto es sublime... ¿Cómo se entiende tal incoherencia? Pues por su grandiosidad global. Es como estar en un mundo abierto (y real) en el que, a veces, pasan cosas raras. No molesta al jugar, pero sabe un poco mal ver fallos en un entorno tan sólido y bello. Sin embargo, la ambientación y la inmersión son tan buenas que, junto a un movimiento muy correcto y fluido, hacen de este juego, y perdonad la redundancia, la experiencia virtual más real que he vivido.
NOTA: Por si alguien no sabe cual es el método de la silla giratoria, os remito al documento en cuestión para que lo entendáis mejor.
También debo citar algún que otro fallo en los combates cuerpo a cuerpo, en los que cuesta saber si le hemos dado al enemigo o no, y en la precisión de las armas a distancia. No obstante, como en el resto de fallos, pasan a segundo plano a merced de la inmersión.
Resumiendo, debo recomendar este juego como un referente de lo que la Realidad virtual nos puede ofrecer. Se le pueden mejorar algo los gráficos, se le pueden criticar ciertos fallos, pero también se le debe reconocer su valía. Un juego completísimo que, teniendo ya siete años en su espalda, luce la mar de bien en VR.
Brutal si es la primera vez que se juega e impresionante si ya se ha jugado en 2D. De todos modos, recomendable al 100%.