Como ya empiezan a acostumbrarnos muchos títulos VR, básicamente los de descarga digital, nos ofrecen unas experiencias que distan mucho de las que nos podrían haber ofrecido… Me explicaré: Ya sea por la dificultad de programación, producción o por algún otro motivo que desconozco, muchos de los juegos de VR son exageradamente cortos o simples.
Esto, hasta cierto punto, no es malo, pues siempre es mejor un juego (o experiencia) corta y buena que una larga y aburrida, sin embargo, con SOLUS esto se hace aún más tangible.
SOLUS posee buenos gráficos, un argumento curioso, pegadizo y, hasta cierto punto, original, un control que, una vez te acostumbras, resulta intuitivo y unos escenarios abiertos y grandes… Pero, le falta algo.
SOLUS podía haber sido un Shooter perfecto o una grandiosa aventura y, a mi parecer, se ha quedado a medio camino entre ambos géneros.
Lo primero que nos sorprende del juego es su manera de jugar. Hace un uso muy original de los MOVE: con uno controlamos el movimiento y nuestros puntos vitales y con el otro avanzamos y utilizamos objetos.
Aunque cuesta un pelín dar con el manejo inical, pues este hubiera sido un juego ideal para mandar el movimiento con el casco y ser jugado con el dualshok (solo jugable con mando en 2D), al rato de jugar te das cuenta de las mil posibilidades que tienen estos cucuruchos. Realmente, y os lo dice un anti MOVE en toda regla, en este juego me ha sorprendido su utilidad y funcionalidad.
El juego responde a los cánones de una aventura gráfica en toda regla, con un motor más típico de los shooters que de otro género. Nos desplazamos por todo el escenario con el cometido de ir cumpliendo mini misiones. Unas misiones con las que iremos descubriendo la trama del juego y con las que, además, nos situaremos en su argumento. Hemos sufrido un ya más que típico accidente aeroespacial y nos encontramos, totalmente solos, en un planeta que, según parece, ya albergó vida.
Todo es muy enigmático, y el hecho de que esté íntegramente en inglés ayuda a no entender mucho (parece mentira, cuando te acostumbras a los juegos doblados, lo que cuesta volver al inglés)... Sin embargo, por medio de notas de otros supervivientes y jeroglíficos ancestrales, nos adentraremos en una historia francamente interesante.
Como todo buen juego, el argumento va cogiendo fuerza a medida que vayamos descubriendo nuevas zonas y detalles. En el apartado gráfico, el juego está muy bien realizado y, junto a unos efectos de luz brutales, algunos de sus momentos son, simplemente, de ensueño.
El tempo de juego es lento, tan lento como queramos, ya que simplemente tenemos que sobrevivir e investigar. Aquí es donde radica lo que, con las horas, representa un gran acierto: Sobrevivir.
Estamos en un planeta inhóspito en el que la temperatura varía muchísimo de la noche al día, la comida y la bebida son esenciales para nosotros y, además, deberemos controlar factores como el calor, el frío, la humedad, el sueño... Este toque estratégico, que al principio nos trae de cabeza, comporta la única acción del juego en determinados momentos. Puede parecer poco, pero no lo es ya que tenemos muchas maneras de sobrevivir y debemos aprenderlas completamente solos…
Como ya he dejado entrever, la ambientación y los gráficos son el punto fuerte del título. De aquí que le pidas algo más que exploración y supervivencia… No obstante, una vez resignado a lo que realmente es el juego, te lo llegas a pasar MUY bien y si recorres sus escenarios imaginando que la espada es un arma y no una simple llave, aún lo flipas más...
Resumiendo:
Buenos gráficos, buen argumento, sistema de juego curioso, pero pegadizo, tranquilidad y acción a partes iguales y algunas pocas lagunas de programación es lo que realmente nos depara este título. Recomendable a todos los públicos, pero, por favor, no os esperéis un Shooter de acción…
Entre sus bazas negativas, podría citar alguno que otro fallo de control de los MOVE (pocos) y los tiempos de carga que, aunque muy separados en el tempo de juego, te rompen completamente la magia del mismo, pues son pantallazos totalmente absurdos y prescindibles que no aportan nada al momento concreto de juego.