Fue uno de los últimos grandes juegos lanzados para Megadrive, pero su fecha de publicación se dio en un momento en el que PSX y Saturn eran las protagonistas, casi absolutas, en torno a los deseos de los jugadores por aquel entonces.
Pese a no ser el foco de atención más llamativo del momento, Comix Zone recibió no pocas alabanzas en casi cualquier medio profesional de la época, lo que terminó desembocando, con el transcurso del tiempo, en uno de los juegos minoritarios (vendió muy pocas unidades) más deseados y mejor vistos dentro de su sistema.
El título que nos ocupa nacía de una fabulosa idea concebida por STI (Sega Technical Institute, sus creadores) y que fue plasmada en forma de un corto de animación: Se trataba de Joe Pencil Trapped in the Comix Zone y en él se mostraba una mezcla conceptual interesante y bastante novedosa. Joe era un personaje que vivía dentro de un cómic y los niveles discurrían entre las páginas del mismo.
En este breve ensayo podíamos ver al protagonista saltando entre viñetas e, incluso, a una mano misteriosa dibujando a los enemigos contra los que tendría que enfrentarse.
En Sega debió de resultar sumamente atractiva la idea (el cortometraje era fabuloso), y se le dio luz verde al proyecto (eso sí, dos años después de ser presentado, ya que el vídeo data de 1992). (Podéis encontrar el corto original al final del análisis).
Lo extraño, teniendo en cuenta que Sega Saturn se lanzó en 1994 en Japón (95 en el resto del mundo), era que el juego se destinara a la sobremesa de 16bits, cuyo ciclo vital se encontraba a punto de finalizar (importante: Comix Zone se empezó a programar en 1994, y salió a la venta en agosto del año siguiente).
Por un lado, es triste pensar en la maravilla 2D que pudo darse si lo hubieran programado para el sistema de 32bits de Sega, pero, por otro, es indiscutible la calidad lograda en su anterior plataforma estrella y en cómo este título, junto a otros tantos tardíos lanzamientos, insuflaron algo de vida a las máquinas de los usuarios que aun no habían pegado el salto hacia la 5ª generación.
Comix Zone nos ponía en la piel de Sketch Turner (el Joe original) y nos narraba su extraña odisea: Turner era un dibujante de cómics con grandes aspiraciones y talento, pero que jamás había tenido éxito alguno.
Una noche cualquiera, con una potente tormenta de fondo, Sketch presencia como un rayo impacta sobre las páginas que está dibujando, colándose este por la ventana y creando un efecto increíble: El antagonista de su historia, el malvado Mortus, ha cobrado vida y se ha escapado de las viñetas!
Mortus, aspirante a ser el nuevo dios de su mundo, introduce a Turner dentro de su propia obra, y se encarga, mediante el uso de la pluma y de su puño, de crearle todo tipo de peligros para acabar con su vida.
Nuestro protagonista, nada más llegar a su creación, conocerá a Alissa, una rebelde que lucha contra las fuerzas extraterrestres de Mortus para liberar la Comix Zone, y quien le ayudará a encontrar la forma de escapar de este animado mundo.
Contado de esta forma no parece excesivamente original, pero basta con empezar una partida para darse cuenta del potente diseño que contiene toda la obra.
Nos movemos entre viñetas, vemos como el malvado Mortus dibuja obstáculos ante nosotros, contemplamos todas las conversaciones dentro de globos de texto y nos convertimos en espectadores de un acabado magistral, que recrea, con sumo detalle y auténtica credibilidad, el aspecto y colorido de un "tebeo" real.
Es la fusión perfecta entre cómic y videojuego y baste con aclarar que jamás, en todos estos años, se ha vuelto a dar una obra con tal grado de acierto ante esta mezcla.
Jugablemente es un título muy bueno, y se desarrolla como casi cualquier otro Beat´em up, aunque añadiendo algo de aventura (pinceladas muy leves) y ese estupendo acabado que os comentaba más arriba.
El problema era su duración. Si bien es cierto que nadie se lo termina de la primera sentada, una vez le hayamos dedicado un par horas, y hallamos encontrado todas las soluciones, podremos finalizarlo en poco más de media hora.
Es un juego con una vida total, media, de unas 3 horas. Por extraño que parezca, en su día fue tildado de demasiado complejo (no es un juego sencillo, que quede claro), pero se entiende que con su duración se apelara a un grado de dificultad inamovible.
Existen caminos alternativos en algunos momentos (podemos elegir entre movernos por una viñeta u otra, aunque no es un cambio demasiado pronunciado), e inclusive dos finales posibles, lo que al menos lo convierte en re-jugable para una segunda partida.
A nivel sonoro es considerado como uno de los grandes, aunque yo discrepo un tanto sobre esta contundencia tan establecida: La composición no es mala (su creador es Howard Drossin, a quien le debemos la fabulosa BSO de Sonic & Knuckles, Die Hard Arcade y SplatterHouse 2010, entre muchas otras), pero el sonido conseguido dista mucho de la perfección deseada.
Vale que el chip de sonido de Megadrive era una herramienta bastante limitada, pero es fácil encontrar ejemplos sobre el buen empleo del mismo (Thunder Force IV, BloodLines, Rocket Knight Adventures...).
Así pues, nos encontramos ante un título realmente poderoso a nivel de concepto, espectacular en su plano gráfico y divertido a la hora de ser jugado...y el sonido no está mal, pero, también ante una obra realmente limitada.
Yo siempre he pensado que si la experiencia es buena, rotundamente buena, la duración pasa a ser algo secundario y me reafirmo en mi pensamiento. Comix Zone es, a pesar de su corto desarrollo, una experiencia demoledora dentro de su plataforma.
Es recomendable disfrutarlo con un pad de 6 botones (os recuerdo que, originalmente, los mandos de Megadrive/Genesis eran de tres), ya que los elementos extras se activan con los botones superiores.
El juego, además de ser lanzado en la consola de 16bits, recibió un port para PC y una revisión mucho más moderna para GameBoy Advance. Jamás ha contado con continuación alguna, y eso que es uno de los títulos más míticos de la mejor Sega.
Como curiosidad, es un cartucho que tiende a dar problemas al forzarlo a 60hz, así que, si podéis, optar por una versión NTSC, aunque la verdad es que el cambio de velocidad del juego es casi imperceptible, notándose mejoría tan solo en el sonido.