Es indudable que la saga Dead Space ha sido de las pocas en concentrarse en torno al género del terror, manteniendo, en cierto modo, el espíritu de los tan añorados Survival de antaño. ¿Podrá su tercera parte mantener igual de bien el tipo?

 

Yo soy de los que piensa que ciertos juegos necesitan regenerarse, y más aun cuando me encuentro con un título como el primer Dead Space.

 

Este capítulo inicial era un juego que basaba su encanto en crear auténtica fobia, gracias a sus oscuros y estrechos pasillos, añadiéndoles toda clase de sustos y de criaturas con ganas de provocar paros cardíacos.

 

Estaba muy bien ejecutado, sin duda, y se pasaba mal de principio a fin, pero su propio diseño limitaba la experiencia para futuras entregas.

 

Su segunda parte intentó potenciarlo, sacrificando de por medio alguna de sus complejidades (los puzzles, por ejemplo), pero resultando en una secuela digna y algo más espectacular en términos tecnológicos.

 

Hay que tener en cuenta que los dos capítulos iniciales suceden en entornos similares (algunos se repiten), y si se mantiene la misma estructura (pasillo, puerta, enemigos, ascensor, pasillo....) se corre el riesgo de caer en la monotonía más absoluta.

 

Este motivo me lleva a pensar que Dead Space no debió continuar su andadura en la actual generación de videoconsolas, y por ello pienso que debió regenerarse en una futura era de nuevas máquinas, donde pudieran implementarse novedosos efectos, animaciones más detalladas y demás rutinas que potenciaran lo ya existente.

 

Y es que el problema de un entorno tan limitado como el de Dead Space (insisto: pasillo tras pasillo) no permite continuaciones demasiado distantes, y se puede caer en la repetición más absurda...

 

Supongo que los chicos de Visceral Games pensaron lo mismo, motivo por el cual, en esta tercera entrega, decidieron añadirle a la saga entornos "abiertos".

El juego se inicia de forma sorprendente, en un escenario exterior perteneciente a un planeta helado. Para mayor impacto aun, se deja a un lado a nuestro celebérrimo protagonista, Isaac Clarke, y se nos pone en la piel de un jovencísimo soldado que ha de recuperar cierto objeto.

 

Esta introducción mezcla, de forma muy acertada, la acción más típica de la saga con ciertos sucesos más propios de la acción que del terror.

(Tendremos que bajar por una pared helada mientras se nos viene encima una avalancha en forma de nave, precipitándose sobre nosotros y obligándonos a esquivar sus fragmentos).

 

Es francamente espectacular, y rompe de inicio con la similitud ambiental de los dos primeros capítulos.

 

Tras el impactante prólogo viajamos al cuerpo de Isaac, y sin dejar de asombrarnos nos veremos metidos de lleno en lo que bien podría ser un juego de acción, con inspiración descarada a lo Gears of War...

 

Coberturas, enemigos humanos, entornos urbanos... acción en estado puro, aunque con una inteligencia artificial patética (no exagero) y un sistema poco eficaz para cubrirnos.

 

Esta parte no dura mucho, y es sencilla a rabiar, sin complejidad alguna, lo que nos puede llevar a conclusiones erróneas por momentos...

 

De aquí pasamos a la vieja ambientación, y nos veremos encerrados, de nuevo, en una serie de cascarones espaciales a medio destruir. Esta parte del juego se compone de dos secciones muy diferenciadas: La primera hora y media, de suma sencillez, y las dos horas restantes, con ciertas misiones secundarias de por medio, que rozan el absurdo en cuanto al aumento de la dificultad en general, con oleadas estresantes de enemigos y rivales indestructibles de por medio.

 

No da tiempo a adaptarse, y se pasa de un estado casi monótono (tareas absurdas, paseos por estrecheces, ascensores, enemigos poco sorprendentes...) a otro que nos pide, a gritos y de muy mala hostia, que tiremos el mando contra el televisor.

 

Esta sensación de agobio (hay algo de terror, pero es mínimo) sustituye a la de estar asustados, y crea un efecto no deseado.

 

Se pasa mal, y se asemeja a lo vivido en los dos primeros capítulos, pero se ven venir los sucesos y no crea el mismo ambiente. Aun con todo, es una parte excelente del juego (al menos en comparación con el resto).

Durante estas primeras horas también se ha conseguido que el jugador se sienta como un pelele estúpido, por culpa de las predecibles tareas y de la rotunda mala suerte que corremos:

 

"Isaac, tienes que activar el generador"... "he llegado al generador, pero está roto"... "pues ve a la planta X y activa el de emergencia"..."lo he activado, pero han saltado los fusibles"... "sal al exterior y cógelos de una de las naves"... "he llegado a la nave, pero la puerta no se abre"... "ve a buscar una llave al hangar"... "he llegado al hangar, pero no puedo acceder por la entrada principal"...

Este fragmento es inventado, y simula a Isaac recibiendo comunicaciones por radio. Cada vez que tiene que activar algo, está estropeado, y si tiene que acceder a algún sitio, tiene que bordearlo. No para de buscar piezas y de crear otras, con miles de vueltas de por medio y con toneladas de ascensores y puertas (esto se potencia sobre todo en la segunda mitad del juego...).

 

El recurso de "si algo tiene que salir mal, saldrá mal", es muy válido para un film de 80 o 90 minutos, pero es que en Dead Space 3 nos vamos a tirar 12 malditas horas en las que todo está gafado.

Termina creando una sensación de absurdez desproporcionada, y más aun cuando somos los únicos que recibimos órdenes (hay más personajes en el juego, pero parece ser que ellos se encierran en una sala y nosotros mientras les servimos).

 

Esta parte "inicial" del juego nos deja las siguientes conclusiones: 

 

-Han intentado innovar, y es sorprendente por momentos.

-El guión es muy malo, y las tareas y sucesos in-game son ridículos.

-Los momentos en el espacio exterior son geniales.

-La dificultad está mal balanceada.

-Se pasa mal, pero el agobio es superior al terror.

-La IA de los soldados es de lo peor en esta generación.

Dejando al frío espacio atrás, los programadores nos mandan al planeta helado del inicio del juego, y si bien el cambio se agradece, en menos de dos horas estaremos hartos del lugar, de la puta mala suerte imperante, de los infinitos momentos entre puerta y puerta y de las incesantes hordas de enemigos.

(Es realmente infame el número de pausas producidas por las puertas, con las que nos encontraremos cada pocos minutos).

 

El guión sigue siendo insustancial y da unos giros realmente malos, los enemigos tienen muy poca variedad y parece más un juego de acción que uno de terror...

 

Esta parte es fresca para la vista, y a nivel de diseño está muy bien, pero aburre, y acaba convirtiendo a toda la experiencia en algo tedioso. 

 

A nivel gráfico y sonoro la cosa está muy bien, de principio a fin, pero la jugabilidad se resiente, el guión es inexistente y los secundarios son simples bolsas de carne.

 

Es un juego que se disfruta bastante durante las cuatro horas iniciales, a pesar de sus altibajos en la dificultad, pero a partir de este punto es de los títulos más pesados que he jugado.

 

El modo cooperativo on-line le hace tener más sentido, pues parece un shooter por oleadas en no pocos momentos, pero no basta para salvar el desastre.

 

Al final, Dead Space 3 parece realizado por motivos económicos forzados, y no porque sus programadores tuvieran algo nuevo que contar. Se percibe el intento de cambio, pero no era necesario, pues lo que la saga necesitaba era potenciar sus puntos fuertes, y no el añadido de adornos.

 

Es un juego que funciona a medias, pues contiene buenos momentos, y resulta espectacular a ratos, pero se ha estirado de mala manera, y el tedio reina sobre cualquier otra cosa.

Es remarcable hablar del sistema de checkpoints que utiliza el juego en pos de los anteriores puntos de salvado, y de la supuesta opción para poder guardar en cualquier momento...le daréis a salvar en el menú de pausa y, para vuestra sorpresa, apareceréis, la mayoría de las veces, mucho más alejados...

Una auténtica porquería de sistema.

La versión para consolas luce estupendamente (algo mejor que los capítulos anteriores), pero es recomendable, si existe la opción, conseguirlo en PC, pues a parte de contar con un acabado mucho más nítido y definido, corre a 60 imágenes por segundo si desactivamos el V-Sync. 

 

Los fans de la saga sabrán encontrarle multitud de virtudes, pero acabarán dándose cuenta de que con esta entrega, y a pesar de sus espectaculares momentos, casi se acaba por completo con la esencia del original.

 

Para los no fans: haceros con el primero, y si os gusta comprad sin miedo el segundo, pero alejaros de esta tercera parte.

 

Si no os gustan los juegos difíciles, o si no poseéis demasiada pericia, olvidaos de la saga al completo, pues lo que para unos es reto y desafío, para vosotros será impotencia y castigo desproporcionado...