Ron Gilbert, uno de los afamados creadores de Monkey Island y Maniac Mansión (casi nada…) tuvo la genial idea de crear a un personaje insólito: el dispensador de Justicia Death Spank.

Y desde luego que me alegro por ello, pues existen pocos personajes tan alocados y divertidos en el panorama videojueguil, casi siempre enfocado a crear héroes épicos y de corte violento… bueno, en el fondo (muy en el fondo), Death Spank es también épico…

El único personaje capaz de desvelar los misterios de los “tangas virtuosos”. Y, ahora que lo pienso, también es violento, ya que, pocos son capaces de hacer que místico unicornio “se pire por las patas para abajo” y, seguramente, nadie como él es capaz de dar caza a un “burro dientes de sable”…

Si amigos; Death-Spank es “El Héroe”.

Un tipo que tendrá que vérselas con el bestiario más genial y ridículo que hará acto de presencia en juego alguno, demostrando con esta premisa que:

A- Ron Gilbert es un Genio (muy loco, pero un genio).

B- Death Spank es un juego sin complejos; se ríe de todo, incluso de si mismo.

Una locura de genialidad que nos recordará inmediatamente a juegos como DIABLO (en su concepto base, nada más), permitiendo que nuestro héroe crezca a medida que lo hace el escenario, con sus típicas subidas de nivel, zonas que se desbloquean según transcurre la trama y miles de objetos poderosos que buscar en este “suficientemente basto mundo”.

Death-Spank posee más de 150 misiones (entre principales y secundarias), otorgando al título una media de vida de entre 13 y 16 horas de duración (ampliable según la dificultad elegida), siendo, desde mi punto de vista, una duración más que aceptable.

Nos encontraremos un mundo muy bien diseñado, colorista y con una mezcla entre polígonos y diseño “Cartoon 2D”, convirtiéndose en un producto muy llamativo y peculiar.

Zombies, burros, ojos vagos, demonios mineros, cerdos voladores… y un sin fin de “terroríficos” enemigos se interpondrán en nuestro camino, impidiendo que rescatemos a los pobres huérfanos desaparecidos y, sobre todo, dificultando la búsqueda del “Artefacto”.

Death-Spank no es juego elitista, es un Arcade con tintes roleros y de aventura, donde lo más destacable es, sin lugar a dudas, su cómica historia y lo gracioso y bizarro del mundo donde transcurre.

Es un juego disfrutable para cualquier jugón, pues la meta principal es divertirse (al pie de la letra), sin apenas margen para nada más.

No importan sus gráficos (muy buenos, aunque para nada potentes), ni su sonido (genial banda sonora estilo Imuse), ni tampoco su jugabilidad (excelente y sin complicaciones), aquí solo importa divertirse con sus alocadas misiones y, sobre todo, con sus geniales textos que, por desgracia, solo vienen en ingles… ¡Que NO!...

Que gracias al fabuloso “Clan Dlan”, los jugadores de PC, podemos traducirlo al castellano (una pena que no exista esta posibilidad para videoconsolas).

Death-Spank se creó en un principio como una trilogía, donde este título (Death-Spank, a secas) se convierte en el primero de sus capítulos, siendo Death-Spank: Tongs of Virtue, el acto segundo y tercero.

Su última entrega, The Baconning, es una historia independiente, creada también por Hothead, convirtiéndose en un juego mucho menos original, pero más variado en sus diseños.

Death-Spank mola, es un juego genial, que no destaca en nada y lo hace en todo a la vez, siendo un título indispensable para aquellos que crecisteis con los Monty Phyton o que disfrutasteis durante vuestra infancia/juventud con las divertidísimas aventuras de la mítica “LUCAS FILM GAMES”.

MI OPINIÓN

Si te gustan los Monty, Mundo Disco, Monkey Island y otras obras de culto por el estilo, no lo dudes, Death-Spank te encantará. Es un juego con un potente diseño y una locura de guión, además de contar con una jugabilidad muy apropiada y una duración razonable.

Para aquellos que no entendáis este peculiar humor absurdo (el mismo de las obras antes citadas), el título perderá muchos enteros, pero seguirá siendo un juego verdaderamente entrañable.

No es el mejor juego del mundo, simplemente es: “Un juego de Culto”