El arte siempre ha estado presente en el videojuego y aunque no es una constante, sí que se ha notado un aumento del mismo, gracias al imparable panorama indie y a su tratamiento artesanal. Insanely Twisted Shadow Planet es una gran muestra de ello. 

La belleza es un estado difícil de evaluar, y solemos apartar de la misma a todo aquello que es oscuro en exceso. Sin embargo, la crudeza y lo salvaje contienen su propio brillo.

Y esto se refleja de sobremanera en Insanely Twisted Shadow Planet. La misma historia del juego ya es un potente indicativo de esto, y nos cuenta como la oscuridad, una de las muchas formas del mal, ha viajado hasta un sol cercano a un tranquilo planeta, amenazando con contaminarlo y ensombrecerlo.

Desde un puesto de observación, la gentil y avanzada sociedad del planeta contempla el suceso, poniéndose de inmediato rumbo al contaminado sol para hacerlo de nuevo irradiar. 

Lo que allí se encontrarán nuestros desafortunados héroes será una re-interpretación fría, feroz y oscura hasta más allá de lo concebible. Un nuevo mundo ha brotado... y tiene hambre.

Nuestra misión será la de recorrer el planeta en nuestra nave, recolectando todo tipo de tecnología, mientras que nos enfrentamos a toda clase de peligrosos seres y resolvemos no pocos puzzles.

Lo más curioso del juego es que, a pesar de ser un shoot´em up en la superficie, se comporta como un Metroid-Vania, y basa todo su avance en conseguir nuevos añadidos que nos permitan transitar por zonas bloqueadas en un principio.

Y la verdad es que funciona a las mil maravillas, pues es agradable recorrer el mapa por cada uno de sus recovecos, en busca de desbloquear esa nueva ruta a la que antes no pudimos acceder.

En algunos casos necesitaremos de armas que todavía no hemos encontrado, o de herramientas de excavación, por ejemplo. Algunos de estos añadidos son magistrales, y contienen más de un uso. 

A pesar de ser un juego donde prima la acción y la exploración, es destacable la forma en la que se ha implementado la lógica, de la que nos tendremos que servir para sortear ciertos obstáculos y para vencer a algunos de sus enemigos.

Lejos de aparecer como complicados puzzles, se presentan con soluciones sencillas, aunque a veces cuesta encontrar a la primera su solución.

En muchos casos nos ayudará la herramienta de escaneado que posee nuestra nave, que nos dará importantes pistas sobre el entorno y sobre sus posibles usos.

En todo momento podremos acceder a un sencillo mapa, que nos mostrará tanto las zonas a descubrir como aquellas ya exploradas. En el mismo aparecerán también señaladas algunas piezas clave, como las mejoras, e inclusive quedarán marcadas las rutas a las que no pudimos acceder, mediante un icono que muestra la herramienta necesaria para optar a las mismas.

El desarrollo de Insanely Twisted Shadow Planet es sencillamente magistral, y se percibe a la perfección que está realizado con cabeza. La única pega a nivel jugable, y es comprensible, es su duración, que apenas llega a las seis horas.

En este caso, se debe de tener en cuenta que es un producto con un presupuesto muy limitado, y que cuenta con un trabajo de diseño, y con un acabado, realmente sobresaliente. 

Creo que la experiencia es tan buena en su conjunto que satisface, y la prueba de ello es que al finalizarlo querremos más.

Teniendo en cuenta el precio del juego (en torno a los 10€), la calidad del reto y el impresionante trabajo de diseño, se llega a la conclusión de que importa más la experiencia que la duración.

El trabajo artístico de todo el juego es para quitarse el sombrero, contando con un apartado realmente impactante y con unas animaciones sublimes.

Sería imperdonable no hacer mención a su grado de belleza, ya que, a pesar de ser oscuro e inhóspito, es realmente precioso en su totalidad.

También es impactante en términos de sonido, contando con un abanico de FX memorable, y con una BSO muy especial: Dimmu Borgir.

Para los que no conozcan a este aventajado grupo de Black Metal, simplemente decirles que no se asusten, pues aquí no hay rastro alguno de sonidos guturales ni de mensajes oscuros. 

Lo que sí encontraremos es parte las melodías que utilizan en sus temas, orquestadas y extraídas directamente de sus discos. Solo hay que contemplar la presentación del juego (maravillosa) para darse cuenta de lo bien que casa esta elección.

Insanely Twisted Shadow Planet es un juego difícil de percibir a través de simples imágenes estáticas, ya que no transmiten su abultada fluidez, o el excelente trabajo conseguido con las múltiples capas de los fondos, así como su casi infinito zoom. Es un juego que hay que ver en movimiento para sentirlo.

Es un título que no llega más lejos por su duración, pero que se puede considerar perfecto en todos y cada uno de sus apartados. Es una pequeña obra de arte, y entusiasmará a todos aquellos con ganas de disfrutar de algo diferente. 

Recomendado para todos aquellos con buen gusto, y sobre todo para los que disfrutan con la belleza de la oscuridad. Recomendado.