Existen multitud de juegos que jamás salieron de Japón. A veces por contener temáticas culturales que los de fuera no entenderíamos, y en otros casos, simplemente, por considerar que sus mecánicas eran impropias de los gustos occidentales... claro que, también se pudo dar otro motivo: la censura.
No existen en exceso, y aun menos en las plataformas de Nintendo, donde la inmensa mayoría de títulos apuestan por ser del agrado de todos.
Majuu Ou (también conocido como The King of Demons) es uno de los pocos juegos que jamás escapó de tierras niponas por este motivo.
Antes de entrar en materia con el título que nos ocupa, es de recibo explicar que muchos de los juegos más famosos de aquella época (16Bits) se distribuían en Europa y en América con ciertos filtros aplicados.
Baste como ejemplo la saga Castlevania, cuyos juegos nos llegaron sin mostrar la sangre pixelada de los originales japoneses, e incluso sin los pechos al descubierto en los bustos de las estatuas, o con una cantidad menor de crucifijos en los escenarios...
Todo esto se censuró, suavizando levemente el contenido. Pero en este caso (y similares) fue fácil, siendo pocos los elementos a descartar y muy sencillos de "corregir".
Sin embargo, en títulos como Majuu Ou, o en el también desconocido Musya, los símbolos explícitos eran mucho más abundantes y costosos de tapar. En Musya, para que os hagáis una idea, algunos enemigos muestran sus testículos... y también existe una fase cuyo fondo está íntegramente dibujado a base de formas fálicas...
Podían ser mejores o peores en términos de jugabilidad, pero estaba claro que con ese tipo de referencias visuales, jamás nadie los distribuiría fuera de Japón. Son los "Urotsukidoji" de SNES.
Ahora sí, y centrándonos en Majuu Ou, nos encontramos ante un juego con un estilo visual muy hardcore, visceral como pocos dentro del de catálogo de Snes y con un diseño muy propio.
Lo más llamativo de inicio es la escala elegida, con personajes diminutos y entornos amplios, recordando de refilón al aspecto típico de la mayoría de juegos para 8Bits, cuyos sprites solían ser de tamaños minúsculos por cuestiones meramente técnicas.
Aquí no hay problemas técnicos, sino más bien un diseño que busca impresionar con la grandeza de los escenarios.
Los personajes son pequeños, pero cuentan con una animación bastante decente. Además de que algunos enemigos ocupan toda la pantalla, pareciendo mucho más descomunales en contraste con las proporciones de nuestro personaje.
El diseño de las fases es muy acertado y en cierto modo insólito, pues mezcla unos entornos realmente coloristas con gran cantidad de elementos perturbadores, como sangre, zombies, demonios, gente desnuda de fondo... es muy curioso, la verdad, pero le otorga un sello muy propio. Es francamente carismático.
Majuu Ou es un scroller de avance lateral, con algunas secciones medianamente plataformeras y acción al estilo Contra (aunque mucho más pausado). Sobre todo cuando manejamos a nuestro personaje bajo su forma humana. Y es que Abel, el protagonista, se transformará en diferentes demonios a lo largo de toda la aventura (existen tres transformaciones), variando levemente en la forma de controlarlo.
Cada mutación tiene sus ventajas e inconvenientes, pero todas comparten algo: su control no está todo lo depurado que debiera. Y es que el juego es muy tosco en determinados momentos y fases, sin resultar en una catástrofe, pero mostrándose de una manera muy poco trabajada.
Se disfruta más con el aspecto humano y con su similitud a lo "Flashback" o "Blackthorne". Solo comparable en movimientos, no en el tipo de juego.
Es una gozada controlar a Abel mientras disparamos a todo bicho viviente (con sangre y explosiones de miembros de por medio...). Y he de mencionar que me encanta el hecho de que no se vean las balas cuando disparamos... le da un toque aun más atractivo.
Además del arma de fuego, el protagonista contará con diversos ataques especiales y la compañía de personajes que le ofrecerán apoyo extra.
Es realmente espectacular el aspecto de algunos enemigos (así como el de otros es bastante insólito... como el de las flores con rostro...) conteniendo, en multitud de casos, rutinas de deformación muy llamativas y bastante impactantes.
La música también es muy peculiar, pues combina temas realmente trepidantes o de textura gótica, con otros más cercanos a juegos del tipo Mario Bros...
Y claro, esto le da un aspecto todavía más bizarro al título, con melodías demasiado joviales y nada acordes con la extraña brutalidad del juego. También le da un punto de carisma, pero queda muy raro...
Y es que Majuu Ou es, en conjunto, un buen juego, pero sus diseños y su arte explícito superan a sus calidades jugables. No te lo vas a pasar mal, ni te vas a aburrir, pero terminarás siendo consciente, en muy poco tiempo, de que algo falla.
Avanzas para asombrarte con lo próximo que aparezca en pantalla, y no impulsado por su mecánica, que sería lo más interesante.
La historia del juego es, como no podía ser de otra forma, igual de bizarra, pues no queda claro donde transcurre. No se sabe si es el futuro, el pasado, el cielo, el infierno o cualquier otra variante. Solo se tiene la certeza de que el protagonista se llama Abel, y de que "su mejor amigo", un ser alado llamado Bayer, ha secuestrado a su mujer e hija. (Todo en perfecto japonés, claro).
Para hacerlo todavía más extraño, estas se aparecen como si fueran espíritus... Todo dentro de un marco siniestro, lleno de demonios, hadas, muertos vivientes y demás locuras.
Lo más curioso es que funciona, pues aun sin un sentido estricto, es tan perturbador, y poco corriente, que llama la atención.
Es un juego que pudo convertirse en un título de culto, pues su personalidad y formas son realmente llamativas dentro de la plataforma, pero no es perfecto, ni es tan divertido de jugar como los realmente grandes de Super Nintendo.
Y digo esto por que en la red de redes, por desgracia, cuando algo es medianamente exclusivo y difícil de conseguir, suele ser tratado como una obra maestra.
Es extraño, insólito y divertido en su justa medida, pero es más la rareza que cualquier otra cosa. Y no es un mal juego en absoluto, pero está sobrevalorado.
Estamos hablando de un videojuego que cuesta (en perfectas condiciones y completo) cerca de 250€ (sólo el cartucho unos 80-90€). Y no los vale...
Ahora bien, y aunque sea mediante la ROM (que existe con traducción amateur en inglés), le recomiendo a todo amante del sistema que lo pruebe, pues seguro que se termina asombrando. De lo más Hardcore en SNES. Hay que jugarlo sí o sí.
Amantes de la serie B y de la personalidad ante cualquier otro atributo: Este juego es para vosotros.