La saga Need For Speed había perdido el rumbo tras el excelente Most Wanted, y parecía no querer recuperarse en ningún aspecto en concreto: Ni era la más puntera, tecnológicamente hablando, ni tampoco representaba un desafío digno a los mandos...
Poco faltó para que Black Box la terminara de sepultar por siempre jamás, pero ahí estaban los genios de Criterion para insuflarle aires nuevos: NFS HOT PURSUIT.
Llegó un momento muy loco para la saga, en el que a cada nuevo capítulo le añadían novedosas variantes:
Llevar a un equipo de corredores que seguían tus órdenes (Carbono), competir en circuitos cerrados en un torneo ficticio (ProStreet), formar parte de una absurda trama en un mundo abierto (Undercover) e inclusive participar en un juego que intentaba emular la sensación de encontrarnos en mitad de una competición realista (Shift)...
todos eran diferentes entre sí, así que ya no tenía sentido alguno que se titularan Need For Speed.
Ninguno me llegó a disgustar del todo (aunque Undercover era una basura y ProStreet carecía de ritmo), pero no eran, ni mucho menos, lo que podía esperar un tipo como yo, que había jugado a todos los malditos títulos de la serie.
Hay que dejar muy claro que la saga nace como un arcade, que se centra en darnos la oportunidad de pilotar algunos de los coches más exclusivos del mundo, a través de entornos de corte realista, aunque buscando cierto exotismo para los mismos.
Need for Speed y Need for Speed II respetaban esta esencia al 100%, aunque en el segundo se agregaron circuitos con diseño fantástico.
Con la llegada de Need For Speed III: Hot Pursuit también se mantuvo la identidad, pero acompañada del añadido más significativo y acertado de toda la saga: Las persecuciones policiales.
Desde entonces, quienes compraban un título de la serie, esperaban una cierta continuidad para con estos parámetros y lo cierto es que la mayoría, fueran mejores o peores en su conjunto, lo tuvieron en cuenta (incluso aportando novedades de peso, como la personalización de NFS Underground), hasta la llegada de la 7ª generación, donde la serie empezó a vagar sin rumbo fijo.
Insisto, con la salvedad de Undercover, en que no hay juegos rotundamente malos dentro de la saga, aunque ni por asomo alcanzaban a sus más significativos capítulos.
Por suerte para todos, la serie cayó en manos de Criterion (creadores de ese hit que fue Burnout), y estos tipos, que pueden presumir precisamente de lo que su nombre indica, miraron hacía atrás y se dieron cuenta de lo que le faltaba: Carreras emocionantes sin complejidades de por medio, y un buen acabado gráfico para adornarlo bien... Arcade puro.
El resultado es Hot Pursuit 2010, y la vuelta a los circuitos predefinidos (existe un mundo abierto, pero solo para conducir en modo libre). La elección de este sistema les permitió dos cosas: Aumentar la calidad gráfica (ya que no hay que cargar un mundo enorme constantemente) y evitar tiempos muertos o menús complejos para competir. Seleccionas la carrera en la quieres participar, y listo.
A nivel gráfico, este juego puede presumir de contener algunos de los vehículos mejor acabados de toda la 7ª generación, y no solo a nivel poligonal, sino que también poseen una iluminación simplemente exquisita. Hay quien dice que no son tan buenos como en GT o en Forza... que se lo hagan mirar. (Todas las capturas están tomadas in-game, nada de trucos... tomadas con la función de capturas de Steam).
Los circuitos poseen una distancia de dibujado enorme, y están repletos de detalles. Las texturas de la carretera, los reflejos del pavimento mojado, la forma en la que inciden los rayos de sol, la iluminación global, el efecto del humo (el más impresionante de la serie, inclusive más potente que en Rivals), la lluvia, los destellos de los faros y la excelente representación de la luz que emiten, los efectos de partículas de las colisiones y roces, el genial desperfecto que lucen los bólidos tras colisionar...
Todo es exquisito, aunque claro, para que funcionase en condiciones, las versiones de consola tuvieron que prescindir del Antialias, y contaban con un tope de 30 imágenes por segundo.
En PC, el FSAA ha de activarse desde el menú de opciones del driver gráfico, y la velocidad de fotogramas es seleccionable, pudiendo jugar a 60fps.
Podría tirarme horas escribiendo sobre los miles de detalles gráficos del juego, pero todo se resume en que es, desde mi punto de vista, el juego de conducción más conseguido (en estos términos) de la 7ª generación. (Es increíble el rendimiento y la calidad del engine Chameleon)
A nivel de jugabilidad seguimos ante un Arcade, en el que priman los reflejos al volante y los derrapes. Estos últimos requieren de bastante tacto, y se convierten en toda una locura a los mandos. La IA es demencial, tanto para los policías que nos persiguen (bastante duros) como para los competidores, que al mínimo error que cometamos nos adelantarán.
Esto redondea en una experiencia realmente frenética una vez a los mandos, y se potencia gracias al turbo (que se recarga al ir a rebufo, en dirección contraria, derrapando...) y a las diferentes armas que podremos utilizar.
Según progresamos en el juego se nos van añadiendo gadgets al vehículo (solo para ciertas pruebas, como las Hot Pursuit), pudiendo disponer de un inhibidor (que impide que los policías lancen cargas eléctricas a nuestro coche), una barrera de clavos (que lanzaremos a los vehículos perseguidores), un ataque eléctrico (que deja fuera de juego, durante unos segundos, a quien lo reciba), y un nitro... que te hace alcanzar la "velocidad absurda" (disfrutarlo en la vista de primera persona es acojonante).
En el mapa de selección de pruebas podremos optar a competir en contra-relojes, carreras normales, persecuciones y pruebas especiales a los mandos de determinados vehículos.
También dispondremos de misiones en modo policía: En vez de escapar, nos dedicamos a apresar. Este último modo no me gusta tanto, aunque es bien válido. Según ganemos pruebas, iremos desbloqueando nuevos desafíos... simple y directo.
El sonido, como suele ser costumbre en los títulos de EA, es sensacional, y los rugidos de los motores imponen respeto.
Es difícil de narrar su calidad, que ya se deja notar en la mismísima pantalla de selección de vehículos, regalándonos, al elegir cualquiera de ellos, un sonido atronador... impresionante, de verdad.
Los FX y la banda sonora son igual de buenos, resultando en un todo magnífico... a los técnicos de sonido de EA les tenían que dar un puto premio: La mejor calidad sonora de todos los tiempos, título tras título (no hay rivales a la altura).
Estoy convencido de que Hot Pursuit es el mejor Need For Speed aparecido en años, y uno de los Arcades de conducción más impresionantes, y desafiantes, jamás programado.
Siempre que arranco este juego (yo lo disfruto en PC) me quedo embobado con el acabado de las llantas, con el colorido de los vehículos, con las intros en tiempo real previas a la carrera (increíbles los juegos de cámaras, cruzándose entre el tráfico hasta que nosotros aparecemos)...
Posee tanta calidad, y tantísimos detalles, que hasta podemos encontrarnos con efectos que no se pudieron mantener en Most Wanted y ni tan siquiera en Rivals (y de este último en su versión PS4). (De estos dos títulos hablaremos en breve, que también son obras maestras).
En honor a la verdad, hay que decir que Hot Pursuit no es un juego sencillo para los menos duchos, ya que exige bastante concentración y supone un auténtico reto. Para el que tenga experiencia, o pericia, es perfecto.
Los niños rata, los mancos que no han salido del armario, y los que disfrutan más mirando que aprendiendo a jugar, lo catalogaron de irreal y de injusto... hay que acabar ya con tanta mierda de juego "one button control" y con tanta película interactiva: Este juego es superior en todos sus aspectos, y acabárselo no requiere de estudios (yo mismo lo he finalizado 4 veces, y no soy especialmente bueno, en líneas generales).
Por encima de todo, inclusive de ser un Need For Speed, es un juego de Criterion, de los más redondos que han programado en su dilatada carrera, y eso lo convierte no solo en imprescindible para los amantes de los arcades, sino también en toda una obra de arte del género.
Las versiones de Xbox 360 y de PS3 son realmente buenas, pero mi recomendación es para el PC: Los filtrados anisotrópicos, el FSAA, la mayor resolución y las 60 imágenes por segundo, lo convierten en un juego mucho mejor acabado y que muestra una mayor sensación de velocidad.
Para concluir, quisiera hacer referencia a uno de los puntos más insignificantes del juego, pero también de los más frikis: Cuando seleccionemos vehículo, podremos escuchar (en perfecto castellano) una voz que nos pondrá al día de las peculiaridades de cada carro... para muchos será una tontería, pero se recupera, en parte, ese punto informativo que con tanto ímpetu nos mostraba el juego original (el primero), a través de sus vídeos, sus fotos y sus tablas de specs... no llega a tanto, pero se agradece ese punto tan de NFS.
Una maldita maravilla.