La estupenda recreativa de TECMO recibía una excelente versión en la voluminosa portátil de ATARI, mostrándonos, como suele ser habitual en los “ports” para consola, una cara y una cruz de la misma moneda.

Podemos hablar de un gran “port”, que representa fielmente el espíritu de su hermano arcade, manteniendo un aspecto gráfico fabuloso (puede que de lo mejor que hay en LYNX) y respetando cada una de las piruetas más representativas de la recreativa.

El sonido también es fiel y, cabe destacar, que es de los pocos juegos de LYNX con melodías propias para cada fase (y para los final bosses, cada uno con su tema), sin embargo, los FX no salen tan bien parados, más que por su falta de calidad, por las propias limitaciones de la consola.

En este “port” no se respetan todos los enemigos del arcade, pero se entiende y son suficientes como para no valorar este detalle como punto negativo, además,  y como lastre total del “port”, el juego solo cuenta con 4 fases, que pese a no ser un numero calamitoso para su época, si que supone una desventaja a tener en cuenta, convirtiendo al título en un breve viaje.

Su dificultad es correcta. No nos sopondrá quebraderos de cabeza, pero tampoco lo finalizaremos a la primera partida.

Un fallo garrafal es haber concedido 4 vidas y dos “continues” por partida, teniendo en cuenta su escasa duración, hubiera sido grato un menor número de vidas (una o dos a lo sumo) para prolongar su ciclo de vida.

Ninja Gaiden es un “Brawler” o “Beat’emup” al más puro estilo Final Fight y similares, donde repartiremos estopa al estilo ninja contra todo ser que aparezca en pantalla.

Para ello contaremos con nuestros puños y piernas acompañadas de algunas acrobacias bastante espectaculares para la época.

El único “item” a destacar durante el transcurso del juego será la katana, que convertirá a nuestro ninja en una afilada máquina de matar.

Otro aspecto, sin importancia alguna, de Ninja Gaiden es su falta de argumento… Nada, ninguna historia de por medio, lo que demuestra, que para disfrutar de un buen rato no hace falta guión alguno, como nos demostraron PACMAN o SPACE INVADERS en su día.

Cualquier seguidor de la saga se sorprenderá por el parecido con la recreativa y la potencia mostrada en una portátil con tantos años.

Compra obligada para los fans y para los coleccionistas de ATARI, pero no recomendada para el resto, pues su precio, por lo general, suele ser bastante elevado en el mercado de segunda mano en comparación con el resto de títulos de LYNX.

MI OPINIÓN

Un trofeo para cualquier LYNX; un juego potente y divertido. Además, puede presumir de ser uno de los máximos exponentes dentro del género “Ninja”. Su punto negativo: su brevedad.