Aun siendo un fanático confeso de Psygnosis, si a día de hoy me preguntaran por los tres arcades básicos de PSX, sin duda contestaría lo siguiente: El "Namco Power Trío". Ace Combat Electrosphere, Tekken 3 y Ridge Racer Type 4... 

De los dos primeros no voy a hablaros hoy, ya que no toca, pero me centraré en el que es, desde mi más sincero punto de vista, el título que realmente llevó a PSX hasta límites inimaginables: RRT4.

Aunque las capturas de pantalla no le hagan justicia alguna (esto hay que verlo en movimiento) nos encontramos ante un título realmente potente, que cuenta, además de con un amplio número de polígonos en pantalla, con técnicas tan poco explotadas en PSX como el Goraud Shading (efecto de luminosidad sobre polígonos, calculado en base a sus vértices) o el desenfoque de movimiento (este último más extendido, como ya nos demostraron los tremendos Rollcage). 

A estas características tan impresionantes, in-game, hemos de añadirle, además de la iluminación global, una impresionante capa de reflejos en las carrocerías y un impagable efecto de distorsión para las fuentes de luz (visible ante los movimientos bruscos de nuestro vehículo).

Y todo con siete rivales en pista y a unos inquebrantables 30 frames por segundo... sin despeinarse en ocasión alguna.

Podría no impresionar a día de hoy, pero os debiera bastar con iros a Youtube y buscar algún vídeo del primer Ridge Racer, para acto seguido contrastarlo con este último. Os aseguro que la distancia técnica es abismal, y los dos corren sobre el mismo hardware. 

Aun teniendo en cuenta que era un prodigio técnico, la verdadera impresión que causa el juego está en su diseño, que podría considerarse, en si mismo, como una escuela de la que cualquier grupo de programación tendría que tomar nota.

Desde el elegante e irrepetible menú del juego (realizado con un gusto que asusta...) hasta el diseño de los circuitos, pasando por la impresionante introducción CGI (Como segunda aparición de la "idol" y "mascota" Reiko Nagase) e incluso por su banda sonora, que exuda clase por cada una de sus pistas. No hay nada en Type 4 que no sea destacable.

La realización de los vehículos (con 320 modelos disponibles más uno secreto) es estupenda, y resulta realmente impactante como, a partir de los modelos básicos, van variando sus formas hasta casi convertirse en algo que nada tiene que ver (es decir, cuando se potencian mecánicamente, también lo hacen de forma externa). 

Aunque no puedo corroborarlo, doy fe de que existen vehículos que retratan a algunos "coches famosos", y os pongo como ejemplo al "Batmovil", que aunque de colorines, y bajo otro nombre, se puede detectar sin esfuerzo... 

Los circuitos en esta entrega son 8, contando entre ellos con la primera aparición del clásico "Oval" (aunque aquí aparece como Shuttleloop Highway, que vuelve a aparecer con el mismo nombre en Ridge Racer 2 PSP).

Su colorido, su iluminación y su construcción poligonal, consiguen la mezcla perfecta entre realismo y ficción, potenciándose también gracias al estupendo contraste que procuran sus fondos degradados.

Type 4 cuenta con un modo campeonato (Grand Prix), en el que elegiremos entre uno de los cuatro equipos disponibles, cada uno con su manager y con su historia propia, lo que desemboca en 4 epílogos (o finales) diferentes (Además de otro extra).

Por si esto fuera poco, también disponemos del clásico time attack y, como novedad de peso en la saga, con modo de dos jugadores a pantalla partida. Y por si acaso queremos algo más de opciones, el título también cuenta con un editor de diseño para los vehículos. 

Una de las curiosidades del juego es su compatibilidad con Pocket-Station, permitiendo cambiar vehículos entre usuarios sin consola de por medio. (Para el que no conozca este periférico, vendría a ser la réplica de las VMU de Dreamcast). 

A nivel jugable se mantienen los modos de conducción originales (derrape y agarre), asemejándose más al título original que al anterior Rage Racer.

Su control es excelente, y el diseño de los circuitos está creado para desafiar al jugador, retándole a perfeccionar su recorrido en cada tramo, hasta lograr la perfección.

La banda sonora de este título es una de las más aclamadas de la saga, siempre puntera en cuanto a estilos electrónicos. Yo solo escucho Heavy (así de clasista soy...), y aun con eso, no cambio el sonido de este juego por ningún otro. Tremenda BSO.

Type 4 incluía, además del juego en cuestión, un segundo CD denominado como Ridge Racer Turbo (o Hi-Spec), y que contenía los tres circuitos del juego original, pero recreados con el nuevo motor de RRT4... corriendo a 60 imágenes por segundo y con la antes mencionada técnica de los sombreados Goraud.

(En esta versión las carreras son siempre en forma de duelo, contra un solo rival). 

Inclusive se puede hacer correr la versión original a 30 imágenes, para poder ver in situ la diferencia de suavidad. (Es impagable, y todo un tesoro para un amante de Ridge Racer).

Como curiosidad, y también dentro de este segundo CD, podemos encontrar abundante información sobre toda la saga hasta ese entonces.

Creo, y de manera firme, que Type 4 es, junto a Wipeout 3, la definición de la perfección en PSX. Sin fallos, con un acabado visual de escándalo, a años luz de casi toda la competencia y con un diseño que aun hoy en día resulta asombroso (a todos los niveles).

Aunque la duración del modo campeonato no es excesiva, hemos de entender que esto es un arcade puro, sin cientos de ligas o de competiciones al estilo de Gran Turismo. Se trata de disfrutar, intensamente, cada carrera, sin necesidad de estar pegados a la pantalla durante horas... 

Type 4 es un título mítico, y posiblemente uno de los mejores juegos de velocidad desarrollados en consola alguna. IMPRESCINDIBLE.